Autor

Es la contracción de “Santo Jacobo” que se cortó a Santi-Jacobo y luego a Santiago. Fue hermano de nuestro Señor Jesucristo. Esto significa que la primera línea de la epístola se lea así: “Jacobo, a las 12 tribus”.

 

Santiago está en la lista de los hermanos de Jesús:

“3 ¿Acaso no es éste el carpintero, hijo de María y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿Acaso no están sus hermanas aquí, entre nosotros?» Y les resultaba muy difícil entenderlo”, (Marcos 6:3 RVC).

 

Fue dirigente de la iglesia en Jerusalén hasta el año 61 d. C. cuando fue martirizado. La carta muestra la cultura de su pueblo al haber sido escrita en un estilo muy similar a la sabiduría del Antiguo Testamento. Se puede notar esta diferencia contrastando los libros de Pablo con Santiago.

Fecha

La carta misma pone a Santiago como autor. Como fue apedreado por instigación del sumo sacerdote Anano después de la muerte del procurador Festo en el año 61 d. C., (Josefo citado en NDBC, Jacobo 4), esto pone la fecha de la carta antes de este año.

 

Los evangelios indican que los hermanos de Jesús se oponían a su ministerio y no se convirtieron en sus seguidores hasta después de la resurrección. Los hermanos de Jesús pensaban que estaba fuera de sí y buscaban prenderle (Marcos 3:20-22).

 

Santiago juega una parte importante como presidente del primer concilio de la iglesia, el cual fue importante por la inclusión de los gentiles sin necesidad de la circuncisión (15:12-21). Esta decisión cambia la naturaleza de esta y hace que el cristianismo sea para todos los hombres, sin importar su origen. Esta decisión valida la predicación de Pablo a los griegos.

 

La iglesia de Jerusalén estaba compuesta solamente por judíos convertidos a la fe en Jesús en este tiempo. Se estima que más de 25% de los judíos de Jerusalén se convirtieron al cristianismo. Pero había una creciente persecución y represión contra la iglesia comenzando en Hechos 3 y culminando con la muerte de Esteban y la expulsión de los cristianos, quienes estaban migrando a otras regiones para tener libertad de adorar a Jesús.

 

Estas presiones causaron mucha discordia en la iglesia de Jerusalén. Santiago escribe para que haya solidaridad entre los cristianos y para que ellos no abandonen los valores cristianos por presiones de la oposición.

Género literario

Santiago es un libro difícil de analizar. Parece un sermón o discurso oral. El autor no presenta sus ideas en un orden lógico. Traslapa sus temas de tal forma que no hay una división clara entre un tema y otro. En ese sentido, algunos observan que es como la literatura  sapiencial, por ejemplo Proverbios y Eclesiastés, y que también es un sermón con enseñanza moral. Algunos piensan que es un comentario al Sermón del Monte de Jesús (Mateo 5-7).

Bosquejo

Gordon Fee dice que es difícil hacer las divisiones en el libro. Pero es posible ver cómo tres temas básicos sobresalen en su organización: (1) la fe puesta en práctica, (2) disensión en la iglesia, y (3) la relación entre los ricos y los pobres.

 

  1. Saludo e introducción: 1:1
  2. La fe puesta en práctica: bienaventuranzas 1:2-12  // Mateo 5
  3. El origen del mal: 1:13-18
  4. Disensión en la comunidad: Como practicar la religión
  5. A los ricos y a los pobres: dos caminos
  6. Exhortación final

 

Perfección, madurez

Santiago está tratando de dar una orientación a la vida de los cristianos. Quiere que tengan una vida de “consagración integral a Dios y al salvador, Jesucristo”, (Frank Thielman, Teología del Nuevo Testamento, Vida). Muchos están con los valores de este mundo y confusos de cómo vivir una vida integral como cristianos. Santiago propone que los cristianos mantengan su dirección (telios, griego “perfección”) en la vida.

 

Esto se logra por una vida de constancia, no desviada por las riquezas y tampoco por el mal uso de la lengua. Si logramos una vida integral podemos alcanzar la meta de ser discípulos de Jesús.

 

Temas del capítulo uno:

  • las pruebas (1:2-4)
  • la sabiduría viene por la oración (1:5-8)
  • la pobreza y la riqueza (1:9-11)

 

Los temas se repiten 

  • Las pruebas 1:12-18
  • la sabiduría en el habla 1:19-21
  • el dinero 1:22-25

 

Los temas explicados con más detalles:

  • Sabiduría en el hablar (3:1-4:12)
  • el dinero, la pobreza y la generosidad (4:13-5:6)

Exposición

Saludos (1:1)

Se dirige a las doce tribus de la dispersión.

 

Pruebas (1:2-4)

El propósito de las pruebas es producir perfección.

 

Sabiduría (1:5-8)

La sabiduría es un don de Dios. Una de las razones para orar es mostrar que dependemos de Dios para nuestra vida, pero hay que pedir con fe.

 

Somos como las flores (1:9-11)

Nosotros no debemos enorgullecernos porque no somos más que las flores del campo que sólo son bonitas por unos cuantos días.

 

Fidelidad (1:12)

La meta de las tentaciones es la aprobación de Dios. Hay que ser fiel en la tentación.

 

El origen del mal (1:13-18)

Tenemos que darnos cuenta de que Dios no es la fuente de nuestras tentaciones. Las tentaciones se originan en nosotros mismos, en nuestros deseos. Es interesante que Santiago tampoco culpa al diablo. Indica que tenemos que cuidar nuestros propios deseos.

 

Congruencia entre fe y acción (1:19-25)

Santiago busca congruencia en la vida cristiana. No podemos decir que somos cristianos si nos portamos de una manera que no corresponde a nuestras palabras. También tenemos que ser conscientes de que la práctica del pecado puede alejarnos de Cristo. Tenemos una tendencia como humanos de justificar nuestra conducta. Si pecamos o no cumplimos la instrucción de Cristo, tarde o temprano vamos a justificar nuestra incredulidad o pecado. Esta justificación nos aleja de Cristo. Santiago agrega que la verdadera libertad está en cumplir con la instrucción de la ley perfecta, la de Cristo, y no en el libertinaje.

 

Espiritualidad: una lengua dominada (1:26-27)

El control de la lengua es un tema grande en Santiago. De las prácticas cristianas importantes: 1. el  control de la lengua  2. la ayuda a los huérfanos y a las viudas  3. mantenerse limpio de la contaminación del mundo.

 

El pecado de parcialidad (2:1-26)

La discriminación en el fondo es asesinato. Si dejamos que los valores de este mundo determinen quiénes son nuestros amigos, realmente estaremos asesinando a todos aquellos que no tengan nuestro nivel. La discriminación puede ser económica como en 1 Corintios 11, racial (Gálatas 2:1-11), o con base en nuestro género (Gálatas 3:28; Efesios 2:11-22). Cuando tenemos compañerismo según estos valores, estamos negando a Cristo y no cumplimos su ley: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, (Santiago 2:8; Juan 15:9-17). La misericordia triunfa sobre el juicio (2:13). La única manera en que podemos acercarnos a la gente para representar el mensaje de Cristo es mostrando misericordia. Si les condenamos estamos negando que Cristo nos la mostró. Tenemos que ser congruentes. Nuestra fe tiene que mostrarse también en nuestra conducta. Muchas veces nuestras iglesias reflejan los valores del mundo. Podríamos estar teniendo convivencia con solo aquellos que piensan o tienen las cosas que nosotros. Esto es una negación de la misericordia de Cristo. ¿Hay gente diferente a ti en tu iglesia? Las diferencias pueden ser económicas, educativas, de habilidades y capacidades, raciales o doctrinales, entre muchas otras. Si solo tenemos contacto con los que están en el que creemos es nuestro nivel, estaremos discriminando a la gente.

 

Misericordia triunfa sobre el juicio (2:13)

“Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.”

 

Misericordia es una palabra que describe la actitud de Dios para con nosotros en todo el Antiguo Testamento. El Salmo 136 es conocido como el himno nacional de Israel. Y canta las misericordias de Dios.

 

Si Él tratara con nosotros según lo que merecemos, todos estaríamos bajo su juicio. Nos trata con misericordia. Y quiere que esta actitud se refleje en nosotros. Si hemos recibido misericordia, tenemos que mostrar misericordia o gracia. Sólo cuando damos perdón, recibimos perdón.

 

“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”, (Mateo 6:12, RVC).

 

La lengua (3:1-12)

Santiago retoma el tema de la lengua que había mencionado ya (1:26-27). El primer mandato es el de no ser un maestro porque supone mayor responsabilidad y se cometen muchos errores con la lengua. La lengua es muy importante porque determina la dirección que se va a tomar como el timón en el barco.

 

La lengua también es como un fuego que puede dañar a muchos. Con la lengua también bendecimos a Dios y maldecimos a nuestros enemigos. Debemos tener mucho cuidado con la lengua porque no podemos tener una fuente que da agua dulce y agua salada al mismo tiempo.

 

Sabiduría y entendimiento como muestra de mansedumbre (3:13-4:3)

Regresamos otra vez a la visión de un hombre integral. Si uno dice tener la sabiduría de Dios, debe tener paz. Si uno dice tener sabiduría y produce discordia, su sabiduría no viene de Dios. La alternativa es estar sujetos a guerras, riñas, envidias y rencores por no poder obtener lo que deseas. ¿Cuál es la fuente de los conflictos humanos? La respuesta son los malos deseos de los hombres. Santiago ve la envidia como una causa de la maldad en el mundo. Nuestros deseos mundanos son contrarios a la voluntad de Dios.

 

Amistad con el mundo es enemistad con Dios (4:4-12)

Si somos amigos de este mundo (dinero, sexo, fama) somos enemigos de Dios (4:4). Aquí se aclara que Dios se opone a los orgullosos (Habacuc 2:4). Esto hace que el orgullo sea sinónimo de amistad con el mundo.

 

Dios es nuestro peor enemigo, pues puede terminar con nuestra vida, mandarnos a un castigo eterno, causar que nuestras vidas estén llenas de plagas y enfermedades. Es de suma importancia que nos reconciliemos con Él.

 

No hablen mal de otros (ver también Mateo 7: 1-6; 1 Corintios 1:11-13; Romanos 13:1-14, 23)

11 Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y si juzgas la ley, ya no eres cumplidor de la ley, sino su juez.12 No hay más que un solo legislador y juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?”, (4:11-12 NVI).

 

Cuando criticamos a nuestros hermanos, no estamos sujetos a la ley, nos hemos convertido en jueces. Hemos vivido en una sociedad donde se nos enseña que cada quien tiene el derecho de tener su propia opinión en cuanto a todo. Nuestra opinión es lo que cuenta. Es nuestro derecho. Es casi como si fuéremos los dioses y jueces de este mundo. No tenemos idea de qué significa estar sujetos a la ley, el gobierno o a Dios. Esto se aplica a nuestros hermanos en la iglesia, pero también tiene implicaciones en la situación política o el trabajo. Vivimos sin ley. Tenemos que estar conscientes de las consecuencias de vivir sin ley y sujetos a las pasiones de la carne.

 

Esto es un concepto revolucionario para la gente de hoy. Santiago vivía bajo un gobierno absoluto. Ellos sabían lo que significa estar sujetos a un rey. Nosotros vivimos en un mundo donde nadie se siente sujeto a nadie. Creo que la sabiduría de Santiago también puede ser clave para nuestros días. No somos un movimiento de justicia. Si fuéramos uno, estaríamos en contra de las autoridades establecidas por Dios. Más bien somos un movimiento para la misericordia. Nuestro reclamo no puede ser para la justicia porque todos somos culpables y dignos de muerte.

 

Nuestros reclamos ante Dios y las autoridades no pueden ser por nuestros derechos o por nuestra justicia. Habacuc reclamó la justicia y descubrió que era igual de culpable que todos los de su nación.

 

En lugar de justicia sólo podemos pedir misericordia: “Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda”, (Hebreos 4:16)

 

No es nuestra voluntad la que controla el futuro sino la de Dios (4:13-17)

En nuestra rebeldía también pensamos que el mundo está bajo nuestro control. Santiago nos recuerda que la voluntad de Dios es la única que realmente cuenta. Hacemos cosas sólo por la voluntad de Dios.

 

Advertencia a los ricos (5:1-6)

Santiago tiene mucha desconfianza hacia los ricos amadores de este mundo. Como han amado más este mundo, han explotado a los trabajadores. Ellos no merecen un mejor trato en la iglesia que los demás (Lucas 6:24-25). El Apocalipsis (18:10-24) muestra la misma desconfianza a los ricos. Jesús mismo hablaba de la dificultad de que los ricos entraran en el reino de los cielos (Mateo 19:23).

 

Ten paciencia (5:7-11)

Santiago no convocó una resistencia a las injusticias, sino pidió paciencia a los cristianos para soportar las pruebas. Paciencia como un agricultor (2 Timoteo 2:3-5), como los profetas (“todos murieron sin haber recibido lo prometido” Hebreos 11:13) y Job.

 

Juramentos (5:12)

Exhorta a los hermanos a la honestidad en todas sus palabras y desprecia los juramentos (ver también Mateo 5:34-37).

 

Ora por los hermanos (5:13-18)

13 ¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas. 14 ¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los *ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. 15 La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará. 16 Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz. 17 Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Con fervor oró que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio.18 Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos. 19 Hermanos míos, si alguno de ustedes se extravía de la verdad, y otro lo hace volver a ella, 20 recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío, lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados (5:13-20 NVI).

 

Enseñanza sobre la oración (5:13-18)

Aquí tenemos una breve explicación de la oración. Santiago pensaba que cada vez que tengamos dificultades de cualquier tipo debemos estar orando. Cuando estamos de buen ánimo debemos cantar alabanzas. Cuando uno está enfermo debe pedir a los líderes de la iglesia que oren por él.  Cuando uno peca debe confesarlo y orar para que se sane.

 

El ejemplo de la oración de Elías

Luego da un ejemplo de un hombre que oraba cuando tenía aflicciones para poner en claro la importancia de la oración. Elías es usado como un ejemplo de oración en Apocalipsis 11.

Elías, paralelo a Jesús en la cruz 

Santiago no menciona la cruz en esta carta. Sin embargo, se refiere a ella cuando habla de Elías. Pero lo que dice acerca de Elías también es paralelo a Jesús. Ambos enfrentaron una generación incrédula. Elías oró y con su oración llevó a cabo un sacrificio que ayudó a quitar el pecado del pueblo de Israel. Este sacrificio es un tipo de lo que Jesús hizo también. Así presenta el paradigma que explica la salvación del pueblo de Dios.

 

De esta manera, Santiago presenta un resumen del mensaje general de la Biblia y, en este sentido, es paralelo a Apocalipsis 12.

 

¿Cómo es que este pasaje resume la Biblia? ¿Cómo llegamos a esta conclusión?

 

Bibliografía

Peter H. Davids, “Santiago” en Nuevo diccionario bíblico Certeza, Certeza

Peter H. Davids, “Santiago” en Nuevo Comentario bíblico siglo xxi, Mundo Hispano.

Guillermo Hendricksen, Santiago, Desafío.

Gordon Fee y Douglas Stuart,”Santiago” Como leer la Biblia libro por libro, Vida.

Josefo, Antigüedades, 20,9.

Douglas J. Moo, Comentario de la Epístola de Santiago, Vida.

Frank Thieman, Teología del Nuevo Testamento, Vida

Índice N.T.